El mal trago

Se nos está olvidando vivir
Y nos acomodamos entre cuatro paredes
Manchadas del hollín
De lo que un día, no hace tanto, éramos.

Ahora que un abrazo,
Un beso,
Una caricia,
Parecen ser palabras tabú

Estamos perdiendo la humanidad,
La ternura,
El afecto,
Y con ellos, la cordura.

Seguimos siendo fuertes
Contra un enemigo invisible
Que ha arrastrado tanto con él
Que nos va a costar volver a cultivar vida.

Ahora,
Que los cafés nos los tomamos
A través de una cámara,

Ahora,
Que hace tanto que no nos vemos
Y que te echo de menos,

Ahora,
Que parece que me falte el aire
Y que se hace la casa pequeña,

Ahora que estamos juntos,
Que la conciencia 
Ha ganado a la ignorancia,

Justo ahora,
Parecemos un pueblo unido
Que ha estado siempre ahí
Y, sin embargo, desconocíamos.

Siguen pasando los días
En un calendario parado
Y que, da igual cuando leas esto,
Quedan 15 días más.

En esta soledad que inunda mi cuarto,
He puesto metas para no tirar la toalla
Y que la desesperación
Siga esperándome en un rincón.

Pero aún así,
Soy presa de un aburrimiento torturador,
De la necesidad de un trago de libertad
Y una calada de aire de bar.

Aún así,
La melancolía invade mis días
Y se hace verdugo
Dispuesta a ejecutar.

Aún así,
No me rindo
Con la esperanza de volver de donde vine
Y brindar por este mal trago.

Pedro Avellaneda Pérez




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes
Comentarios recientes