Confinado en mí mismo

Vivir con timidez toda una vida, a pesar de lo que creen muchos, es algo muy complicado. 

Para mi es extremadamente difícil hablar delante de un grupo de personas que no conozco, no tengo esa facilidad para abrirme, o decirle a tu pareja mirándola a los ojos lo mucho que la amas… Aunque esto siempre me ha costado menos, la verdad.

La timidez es una putada, a quien le pase y me lea lo entenderá, y a lo mejor las personas extrovertidas pensarán que es porque yo quiero, eso que muchas veces te aleja de la felicidad, de descubrir cosas nuevas, de encontrar una mirada de complicidad o de empatía, pero a pesar de todo eso siempre he convivido con ella como una relación de amor y odio.

Supongo que piensas esa frase criminal que dice «soy así y no lo puedo cambiar».

Después de 22 días en casa, de no ver a tus amigos, de no estar con tus familiares o tu pareja, te das cuenta de cosas y el tiempo que he perdido por pensar eso mismo «si es que soy así y no me lo puedo remediar».

No sé los demás cómo saldrán de esto, si más reforzados o más cautelosos, pero yo he decidido, gracias a esta pandemia, no perder el tiempo más.

Pensaré en todo lo que tengo, mi familia, amigos, mi pareja, en mi trabajo precario y sobre todo en mi salud y en la de TODOS. 

Prometo que cuando salgamos de esto, porque lo haremos, hablaré delante de la gente y le diré a mi pareja mirándola a los ojos lo mucho que la amo.

Y como decía mi abuela: «lo único que no tiene solución en esta vida es la muerte nene».

Alejandro García Salinas



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