He pasado mucho tiempo pensando en los abrazos, los hay de varios tipos: desde esos calentitos y largos que te recuerdan a casa, hasta los rápidos de 3 palmaditas en la espalda de cuando alguien desconocido invade tu espacio de seguridad y te aseguras de que entienda que ya ha sido suficiente.
Aunque yo siempre he sido más de estos últimos, un viaje lejos de casa cambió mi concepto del abrazo, ya que cuando anhelas necesitas acercamiento, algo que te recuerde que aunque estás lejos, estás cerca.
Pues bien, este último año, por cosas del destino, tuve que volver de nuevo al abrazo corto a una distancia de seguridad autoimpuesta. Por mi salud y mis defensas algo bajas me recluí de nuevo en esa distancia que hoy se ha vuelto universal.
12/03/2020 solo unos días antes del confinamiento, analíticas perfectas, todo perfecto, por fin vuelta a la vida normal, 14/03/2020 se declara el Estado de Alarma, la vida normal solo estuvo en vigor 2 días, 2 días en los que pude abrazar un total de 2 personas, 2 personas prácticamente desconocidas, 2 abrazos cortos de 3 palmaditas.
Abro la puerta de mi habitación y ahí están ellas, mis 2 compañeras, mis 2 amigas, las abrazo fuerte, respirando hondo durante 30 segundos o más.
Laura B.
