20:00

Creo que fue el sábado 14 de marzo, el primer día que vía WhatsApp se nos convocaba a salir a la ventana o balcón de nuestra casa, a aplaudir por la labor del personal sanitario.

Reconozco que el primer día salí al escuchar los aplausos, y me uní a ellos con más incredulidad que emoción, al entrar de nuevo en casa, amigas en Madrid, Barcelona, y Cieza, algunas enfermeras, comentaban lo que les había emocionado. Poco después, entraba en vigor en nuestro país el estado de alarma, y a mí al día siguiente me comunicaban que tenía que teletrabajar hasta nuevo aviso. 

Desde hace dos años y medio vivo solo en Valencia, por mi trabajo paso poco tiempo en casa, y apenas tengo relación con el frutero y un par de vecinos más. 

Aunque acudí por primera vez con vergüenza e incredulidad, no he vuelto a fallar al llamamiento de las 20:00, que se  convirtió para mí en una cita de apoyo. Coincidir con gente en vivo, y no a través de una pantalla, personas con preocupaciones y sentimientos parecidos a los míos, para darnos ánimos, aplaudir, jalear, cantar, bailar, reconocer el trabajo de sanitari@s, cuerpos de seguridad, transportistas, cajeras…. Pero principalmente, para darnos apoyo. 

Unos días salgo con más ánimos, otros con menos, a veces me he emocionado al acabar, en ocasiones hay vecinos que no están, y a mí me da un poco de rabia quien no sale a aplaudir, no por el reconocimiento al personal sanitario y demás trabajadores que en mayor o menor medida se están jugando el pellejo, sino por el apoyo entre vecinos y vecinas, entre personas que viven a metros de ti, sobrellevando cada uno situaciones personales singulares, pero con preocupaciones y anhelos compartidos. Las 20:00 se convirtió en la hora de darnos aliento, de darnos apoyo, de gritar que todo va a salir bien y de cerciorarnos, juntos, que de ésta se sale.

Pascual López



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas recientes
Comentarios recientes